Alas filosas, sentimientos perdidos y experiencias dolorosas. Solo el filo de una espada puede cortar mis preocupaciones.

enero 18, 2010

Cuando mi madre conoció a mi padre

"Mamá, ¿Dónde estamos?, ¿Qué es éste lugar?" -le dije con una mirada entusiasta- "¿¡Por qué los demás no saben de éste lugar?!".

"Cálla, Moley. ¡No grites!" -me dijo tapándome la boca- "Nadie debe saber".

"Además, ¿Quieres saber algo muy interesante?" - me dijo picándome la curiosidad.

"Sí, mamá, dime, soy todo oídos" -le contesté con mucha ansia.

"Debes saber que en éste lugar conocí a tu padre..." -mi madre se sentó en una bardita cerca de el estanque, la seguí sentandome justo a un lado de ella, me miró y despúes continuó- "Cuando yo tenía nueve años, éste lugar era mas grande que ahora, y mucho más bonito, yo venía a cuidar de las plantas y los peces que viven aquí, un día, mientras estaba dándoles de comer a los pecesitos de éste estanque, vi caer de el cielo una gran luz que descendía muy rápidamente, era de noche, así que no alcancé a distinguir la figura que caída del cielo en ése momento, pero si logré observar hasta dónde aterrizó, y me dirigí allí, tenía mucho interés que era eso. Cuando llegué hasta allí, revisé el lugar y distinguí una nave, entré a ella y comenzé a explorar, pero, no había nada ni nadie, o al menos eso creía, como ya era muy tarde, regresé a casa y hasta la mañana sigiente volví a aquel lugar pero, como ya había visto, no había nada,entonces me dirigí a éste lugar para regar las plantas, cuando llegué, la puerta estaba abierta, la entrada estaba cortada en dos, entonces, entré con mucho sentimiento, tenía ganas de gritar, me senté en ésta bardita y comenzé a llorar. En ése momento una voz muy tierna y grave me dijo: *No llores, siento mucho lo de la puerta, te aseguro que no fué nuestra intención entrar a éste lugar sin tu permiso*., levanté la mirada un poco y ví a un niño de 11 años, él me ofreció un pañuelo, y loa acepté, luego se sentó a un lado de mí y me abrazó, en ése momento me sentí protegida y cesé de llorar, *Vámos, déja de llorar y levanta tu mirada, quiero ver una sonrisa.* me dijo con mucha ternura, entonces, levanté la mirada completamente, y miré su rostro, era un chico muy bien parecido, era guapo, dulce, cariñoso, tierno, y cálido, me le quedé mirando a los ojos, los tenía de color azules y eran muy bonitos, es de él quién sacaste tus ojos, Moley.

Me tomó de la mano y me levantó, secó mis lágrimas y me empezó a hacer reír haciéndome cosquillas.
Pero yo no tenía idea de dónde venía tu padre, yo desconocía si era bueno o malo, solo me le quedé mirandole a los ojos y me quedé profundamente hipnotizada en su mirada."

1 comentario:

  1. hola soy osiel estan padres todas las historias

    ResponderEliminar